Las Pirámides De Teotihuacán

Las Pirámides De Teotihuacán

Teotihuacán: Una Ciudad Prehispánica Llena de Misterios

Teotihuacán es una ciudad prehispánica situada en México, que es considerada patrimonio de la humanidad gracias a sus fascinantes pirámides, pero es también un misterio. El misterio comienza desde el nombre, nadie sabe cómo se llamaba realmente el autor de las pirámides del sol y la luna. Pues Teotihuacán fue el nombre que le pusieron los aztecas cuando descubrieron la majestuosa ciudad en el siglo XIV ya en ruinas. Para los aztecas la palabra Teotihuacán quería decir algo así como casa de los dioses o lugar donde se hacen los dioses.


la luna sobre teotihuacán

Historia y Misterio de Teotihuacán

Poco se sabe genuinamente sobre Teotihuacán, de hecho lo que se conoce sobre estas ciudades a grandes rasgos una interpretación de lo que estudiaron los aztecas. Sabemos por ejemplo que, en términos de cultura y comercio, fue una de las urbes precolombinas más importantes de toda Mesoamérica para el siglo VI, 100 años antes de su abandono. Llegó a albergar entre 125 y 200 mil habitantes, lo que la convierte en la primera metrópolis de la región. Pero fuera de este conocimiento, prevalece aún una incógnita sobre cómo se construyeron las famosas pirámides. La cultura responsable por la maravilla urbana y arquitectónica de Teotihuacán no dejó rastros de escritura. Por esta y otras razones, no se sabe mucho sobre quienes eran, cuál era su lengua o su origen.


vista aerea de teotihuacán

Arquitectura y Estructuras de Teotihuacán

La ciudadela que tiene un conjunto de trece templos, alrededor de una plaza donde está la pirámide de la serpiente emplumada, se puede resumir de la siguiente forma. Templos, palacios y casas de alto rango. Pirámides del sol y de la luna. Estructura de caracolas emplumadas. Los basamentos están erigidos sobre un núcleo hecho de adobe, revestidos de estuco y piedra. Los frizos, cuando se encuentran decorados, tienen relieves geométricos. Además, Teotihuacán tiene acceso para turistas y se puede ascender hasta la cúspide, excepto hacia las zonas marcadas como bajo investigación. Se le han puesto unos pasamanos para auxiliarse, y no perder el equilibrio en la subida de los 238 escalones, que son bastante empinados.

Teotihuacán sigue siendo un enigma para arqueólogos, historiadores y turistas por igual. Su arquitectura monumental y su importancia histórica la hacen un lugar de visita obligada para quienes quieren adentrarse en la rica cultura prehispánica de México. Aunque los misterios que rodean a Teotihuacán continúan sin resolverse, su belleza y significado cultural perduran en el tiempo, atrayendo a visitantes de todo el mundo.

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